Resumen de estos tres meses: Como un jarro de agua fría

 

Cuando abrí los ojos por la mañana, una sensación de angustia recorrió todo mi cuerpo. Paolo tenía que hablar conmigo pero… ¿de que? ¿No irá a dejarme por la zorra esa? Que me deje, vale, lo acepto, pero que no sea por “esa” ¿Ya no me quiere? ¿Tiene dudas?¿Se habrán liado? No estaba segura de aguantar todo el día con el misterio de Paolo. Y encima para mas INRI, era mi primer día de curro post vacacional…Mejor imposible.

 

Lo primero que hice nada mas levantarme fue apagar el móvil, estaba segura de que Carol y Sara se pasarían todo el santo día llamándome para que les contara, y a pesar de que lo que mas me apetecía en esos momentos era descargarme con ellas, sabia que lo que debía hacer era esperar hasta hablar Paolo. Conforme pasaban las horas me iba convenciendo mas y mas de que Paolo iba a dejarme y pensamientos del tipo ¡Maldito capullo, doy el gran paso de vivir juntos y antes de dos meses me deja!

 

Comí en el bar que hay debajo de la oficina y me pase la tarde sin hacer absolutamente nada ¡con todo lo que había en mi mesa! Cuando llego la hora de irnos me fui con algunos de mis compis a tomarme algo, el caso era alargar el día lo máximo posible, ya que estaba convencida que durante unos meses mi vida se iba a convertir en un autentico calvario.

 

Cuando llegue al piso, Paolo estaba en la ducha y por primera vez en mi vida no me sentía en casa. No sabia donde sentarme, ni como poner los brazos, si tenía que sonreír o por el contrario tenía que hacer como si no estuviera, si tenía que preguntar o quedarme callada, esperando. En esas estaba cuando Paolo salio de la habitación recién duchadito, con el pelo aun mojado recogido en una pequeña coleta, con sus vaqueros apretaditos y una camiseta negra de manga corta .Señor, ¿Por qué seré tan débil? Iba con la cabeza hacia abajo mirando la toalla que llevaba en las manos, la levanto un momento (me muerooooo), me miro (¿Por qué será tan guapo?), metió la toalla en la lavadora (si es que mira que culito…), vino hacia mí y me dijo: ¿Nos vamos? No quise decirle que yo llevaba la misma ropa todo un santo dia y que me apetecia ducharme para no despertar al ogro asi que asentí mientras cogía mi bolso.

 

Mientras bajábamos en el ascensor Paolo no dejo de mirarme, Que raro está. Salimos a la calle, me acaricio un poco el brazo y termino cogiéndome la mano Amanda dile algo joder. Entonces mientras andábamos volvió a mirarme y me dijo: ¿Por que me haces esto? Amada, ooooom, ooooom, contención, contención, respira hondo y piensa, piensa antes de hablar. Ahora me contaras de que va todo esto, le dije.

 

Y entre caña y caña dejo caer la bomba…

 

Amanda