Me arregle en la habitación, así que para ver el resultado final tuve que conformarme con mirarme en el mini espejo del cuarto de baño. ¿No me había arreglado demasiado? ¿No intentaba…competir? Pero… ¿de que me preocupaba? ¡Paolo me quiere! Madre mía, que me estaba pasandooo…Amanda, coño. Sal ahí fuera y demuestra que eres capaz de controlar la situación.
Cogi el pomo de la puerta, cerré los ojos, respire hondo y empecé a torcerlo lentamente, hasta que la puerta se abrió y…jodeeeeeeeeeeeeeeer, si es que no puede ser. Mi primera visión de Marina, fue sentada literalmente encima de Paolo, cogiendole un mechón de pelo…Me cago en…aguanta Amanda, aguanta, que aun queda noche…
Puse una sonrisa de oreja a oreja y…
A: Marina, cuanto tiempo.
M: Amanda no te había visto, ¿De donde sales?
A: A ti que coño te importa. De la habitación estaba arreglándome.
M: Vamos Amanda se simpática. ¿Un piropo? ¡Y una mierda! Amanda, vamoooos…demuestra…demuestra… Que bien te veo… me gustan tus zapatos… ¿Que coño podía decir?
M: Ah, los zapatos, ya sabes que me gusta ir siempre a la ultima. Los tuyos también son muy monos… pero te veo rara, ojeras, demasiado flacucha… ¿Te pasa algo?
A: En ese momento abrí la boca para soltar un Que te jodan, pero mire a Paolo con esa cara de…felicidad, y dije…Es que últimamente tengo mucho trabajo. Después apreté los dientes, hasta notar la mandíbula totalmente hinchada, esboce una pequeña sonrisa y me dirigí directamente al frigorífico, descorche la botella de vino y me bebí una copa del tirón. Creo que iba a ser la única manera de terminar bien la noche.
Los demas llegaron unos quince minutos después. Para entonces yo ya llevaba unas tres copas de vino en el cuerpo. Durante esos largos quince minutos ella solo hablaba de Te acuerdas de cuando íbamos a…, te acuerdas de…, has vuelto a ver…, tenemos que ir otra vez a….En cada te acuerdas Paolo, entre risas, se acercaba a mi y me contaba la historia que había detrás, mientras yo ponía cara de…que interesante…Otras veces me daba un beso o me acariciaba el pelo, me guiñaba un ojo…Cuando esto ocurría ella, lo llamaba…
¿Cómo es posible que este asi con treinta añazos que tengo? ¡Debería de pasar de este juego! Si es que en el fondo me importa una mierda… ¿Por qué no soy capaz de mantener las formas y no dejarme llevar por la imbecil esta?
Rafa, Martín, Carlos, Jose y Lola son un encanto. Con ellos es imposible aburrirte, especialmente con Carlos que es un ganso, ni tener malos rollos, ni na de na. El resto de la noche lo pasamos muy bien o eso creo porque al final me pille una buena moña…Solo recuerdo que Marina termino vomitando en la terraza de nuestra casa, llamando a Paolo para que la rescatara de aquel infierno pero Paolo estaba conmigo, sonrió y le hizo un gesto con la cabeza a Rafa para que fuera el…
A la mañana siguiente yo también me levante llamando a Juan…
Amanda