Anoche mientras me hacia la cena mi mente no paraba de darle vueltas a lo mal que lo esta pasando mi amiga y al fin de semana tan horroroso que habia pasado, primeros carnavales metida en casa disfrazada de “Amanda viendo la película de cuatro” cuando oí turumturumturumrurmm, parece un zumbido del Messenger, me acerque al ordenador y vi una ventana abierta con la foto de Paolo y una solicitud para la webcam. Le di a aceptar y me fui a la cocina, deje lo que me estaba haciendo, cogí pan de molde una rodaja de jamón y otra de queso, y ¡marchando!
Empecé contándole lo de mi caótico fin de semana y menuda panzá a reír que se metió. Paolo es el típico que cada vez que se cae alguien se pasa un día entero recordándolo y riéndose y no te digo nada si la que se cae soy yo, parece que disfruta el doble, ¿tenias que haberte visto tendida en el suelo? ¿Pero como pusiste ese pie? ¿Si vieras como la gente te miraba? ¡Qué cara tenias! ¡Como no te vas a caer, con eso que llevas en los pies! Y un largo etcétera…Eso si, cuando necesito consuelo, no hay nadie como el, no se como lo hace, pero siempre tiene las palabras que necesito escuchar, la frase que necesito oír, una caricia, un beso y esos ojillos que me miran…
Aiiins…Que duro es esto, con lo que yo he sido…Quien me ha visto y quien me ve…
Cuando le conté lo del hospital, puso esa cara, con esos ojillos de “eres lo mejor de mi vida” y me empezó a decir cada cosa…Se me transformo la cara en un instante, me quede embobada mirándolo a través de la pantalla del ordenador ¡que guapo! Si es que esta mas guapo que cuando estaba aquí, esta guapísimo, míralo…cada movimiento que hacia, cada cosa que decía, cada gesto, todo me parecía lo mejor del mundo. Tan cerca pero a la vez tan lejos…
Antes de irse a Méjico, nuestra relación estaba llena de altibajos, dudas, inseguridades pero ahora, ahora que no lo tengo aquí a mi lado, me doy cuenta de lo mucho que lo quiero y lo mucho que lo necesito, parece que mi vida sin el no es lo mismo, me dejó un vacío imposible de rellenar, ni amigas, ni familia, ni nada puede ocupar ese hueco que Paolo dejo al irse.
Pero hay algo que me consuela, que tarde o temprano, aquí o alli, en esta vida o en otra, estaré con el, porque hoy por hoy es lo que mas quiero.
Amanda